Vale, sí, de acuerdo, tenéis razón los que tantas veces me decís que soy un moñas, y que se supone que mi condición pública debería hacer que me lo pensase un par de veces antes de hacer, decir o publicar ciertas cosas.
Pero, ya os lo dije en la primera entrada de este blog, que lo había creado para, de vez en cuando, aflojarme el corsé. Y ésta va a ser una de esas ocasiones.
La verdad es que el vídeo es una auténtica ñoñez, pero no sé si habrá sido por lo que me ha hecho sentir el recibirlo de alguien que tantas veces ha demostrado últimamente preocuparse sinceramente por mi estado anímico, o por no atreverme a enviarlo a quienes me gustaría enviárselo, he pensado que qué demonios, ahí os va a todos los que seguís este blog y, puesto a ponerme en evidencia, hacerlo a lo grande y de forma colectiva.
Y sí, también lo reconozco, he sonreído al verlo...
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