sábado, 3 de enero de 2015

Letanías de un adicto

Pues sí, hace poco más de 15 días prácticamente despedí el año "blogger" con una entrada musical y hoy he decidido empezar el nuevo año con otra. Ya lo siento, pero imagino que será esto de las fiestas, y la falta de tiempo para mayores introspecciones, lo que ha impedido que escriba durante este tiempo nada medianamente profundo más allá de puntuales y breves comentarios en las redes sociales.

Toda esta parrafada no deja de ser una simple excusa para justificar esta entrada, lo reconozco, pero no se me ha ocurrido ninguna otra manera de poner fin al mayor periodo de inactividad del blog desde que lo empecé, así que ahí va.

A "Los Peyotes" los escuché por primera vez en un concierto del festival "Euroyeyé", en Gijón, en el verano de 2009. Y os preguntaréis qué demonios tiene que ver esto con el título de la entrada. Pues resulta que, a pesar de haber presumido en Facebook de que conseguí superar la Noche Vieja sin haber dado ni una sola calada a un cigarrillo, todavía hoy es el día que, cuando paso por delante de una expendedora de tabaco, echo la mano al bolsillo y, cuando estoy a punto de sacar la cartera, tengo que tararear mentalmente esta canción para detenerme:


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