Tranquilos, sigo vivo. La sobredosis de lo visto y leído en los últimos meses en las redes sociales, y el que ya no necesite la terapia que dio origen a este blog, han hecho que haya renunciado, temporal y también terapéuticamente, al morboso exhibicionismo y la inexplicable necesidad de algunos por regurgitar lo primero que se les pasa por la cabeza sin hacer el más mínimo esfuerzo de meditación, autocontrol y autocrítica.
Hecho este pseudo manifiesto entendería que me mandaseis a freír espárragos y dejaseis de leer ésta y las posibles futuras entradas de este blog. Pero si aún así estáis dispuestos a seguir leyendo, ahí va mi primera opinión crítica-política en meses.